He tenido la gran suerte de conocer a personas muy interesantes con mis actividades artísticas y laborales. Una de ellas es Estel Julià, escritora y poeta a la que retraté en su momento, por el Barrio del Carmen de Valencia. Gracias a es Estel, he tenido la oportunidad de conocer al pintor valenciano Enric Alfons. Persona que me ha causado un gran impacto, por su forma de expresarse y de conocer las cosas más elementales e importantes de nuestra vida, gracias a sus viajes por África, entre los bereberes del desierto.
Este es un retrato del pintor Enric Alfons en blanco y negro, del que me siento muy orgulloso, es la faceta más interesante de esta persona experimentada en la vida, que no deja de ser un niño grande.
Gracias al control de la iluminación de flash, he conseguido el siguiente retrato, con luz de contra para recortar la silueta y separar al sujeto del fondo oscuro.
La siguiente fotografía le gusta muchísimo a Estel Julià, la cual comentó lo acertada de la toma, pues reflejaba correctamente el tema objeto del reportaje.
Podemos observar el relieve de los trazos que imprime el pintor sobre el lienzo. Magistral en todas sus obras.
Enric Alfons tapándose la cara con su mano derecha, un gesto que evoca a sus famosas máscaras del pintor Enric Alfons.
He tenido la gran fortuna de ser uno de los muy pocos privilegiados de estar en el bunker, como él mismo llama, al sitio dónde se guardan algunas de sus obras.
En esta fotografía, podemos observar al pintor Enric Alfons trasladando una de sus pinturas, al fondo, la obra titulada «La Novia».
Nos reunimos una tarde a tomar un café, Estel Julià, Enric Alfons y un servidor, Toni Balanzà. La tarea es documentar algunas de las obras de Enric antes de su viaje a la Facultad de Filología de la Universidad de Alicante.
En la Sala Aifòs, de la Facultat de Filologia de la Universitat d’Alacant, se celebran unas jornadas llamdas «La imatje traduïda», donde Estel Julià, habla sobre Enric Alfons mientras el pintor, expone sus obras.
Tuve la suerte de ser testigo de tal evento, además de llevarme la grata sorpresa de que durante una ponencia sobre poesía, se compara una fotografía del fotógrafo Henri Cartier Bresson con una fotografía del fotógrafo Toni Balanzà. Claro, esta comparativa no se produce en un ambiente de fotografía, se produce en un ambiente de literatura y poesía. Reconozco que además de la sorpresa que me llevé, no estoy capacitado para discutir cuantos valores se ensalzaban en ese lugar, lo mío es la fotografía y no las letras.
El evento transcurrió en un ambiente muy agradable, con estudiantes, amantes de la poesía y admiradores del arte, además del entusiasmo de los asistentes por estar cerca del pintor Enric Alfons, junto a sus pinturas sobre África.